FAMILIAS MÁS PRESENTES EN LA ESCUELA

    “La familia y la escuela no pueden ir separadas. Los dos son pilares fundamentales para la educación de los niños y niñas. Se debería de involucrar más a las familias en el entorno escolar”

 Así empezaba el tema sobre el que hemos tenido que debatir en nuestro grupo y no puedo estar más de acuerdo. La educación de un niño o niña es el resultado del aprendizaje que recibe en casa sumado al que recibe en la escuela y, el uno sin el otro, estarían incompletos. 

 Los profesores y profesoras se forman para enseñar, para poder transmitir conocimientos sobre una materia a los alumnos, a la vez que refuerzan el aprendizaje de valores y comportamientos que reciben en casa, pero, que los padres y madres puedan ayudar en muchos campos a sus hijos e hijas, resulta a veces muy complicado para ellos. En muchos casos, los padres y madres educan a sus hijos e hijas de acuerdo con las pautas que recibieron cuando eran pequeños. Sin embargo, la sociedad experimenta cambios tremendos entre una generación y otra y las familias no se han librado de todo ello, al contrario, tienen que hacerlo frente y no saben cómo.

 Debido a la necesidad de enfrentarnos a este problema con el que nos encontramos en la sociedad actual, han surgido las llamadas “Escuelas de Padres”. Estas escuelas son, en realidad, encuentros entre padres, madres y educadores que proporcionan, a todos los que allí acuden, conocimientos, destrezas y otros recursos para el desarrollo familiar, así como formación e información necesaria para hacer frente a muchos aspectos que se les presentan en el día a día. Un espacio en el que los padres y madres intercambian experiencias cotidianas para poder ayudar a sus hijos e hijas a crecer tanto personal como profesionalmente a la vez que lo hacen como familia.

     Teniendo en cuenta que estas sesiones se desarrollan tanto en el ámbito educativo como en el familiar, estos son algunos de los principales puntos en los que más hincapié se puede hacer:

  •     Facilitar recursos a los padres y madres  que puedan ayudarles a mejorar el desarrollo de sus hijos e hijas.
  •     Formar un espacio donde prime el diálogo, la comprensión y la reflexión.
  •     Concretar el papel de la familia, la escuela y la sociedad, siendo todos ellos partes claves del crecimiento de los y las jóvenes.
  •     Definir la importancia de la familia en todos los aspectos de la vida.
  •     Promover el diálogo y la comunicación como herramientas principales para tener una vida familiar y educativa sana. 
  •     Saber reaccionar antes episodios conflictivos, dificultades o problemas reales que ocurren tanto en la escuela como en casa o en la calle.
  •      Ayudar a padres y madres a adaptarse a los cambios sociales y educativos para ganar confianza, seguridad y mejorar la autoestima.

 Hay que recalcar que no se trata de una terapia psicológica o familiar sino de un punto de unión entre la escuela y la familia, lo cual hará que se consigan unos beneficios no solo para los y las jóvenes sino, también, para ellos mismos.

 Y tú, ¿estarías dispuesto a formar parte de este tipo de escuelas como maestro-maestra o como padre-madre?



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