I.E.S PÍO DEL RÍO HORTEGA
Hoy vengo a hablaros de algo que me hace
especial ilusión, el instituto donde estudié ESO y Bachillerato: el Instituto
“Pío del Río Hortega”.
- Calidad de la educación para todo el alumnado, garantizando igualdad de oportunidades.
- Enseñanza inclusiva, buscando desarrollo de la personalidad a través de la educación.
- Búsqueda de la equidad, inclusión educativa, igualdad de derechos y oportunidades.
- Educación como elemento compensador de las desigualdades personales, culturales, económicas y sociales, con especial atención a las que se deriven de cualquier discapacidad.
- Transmisión y fomento de valores que favorezcan la responsabilidad, la democracia, la igualdad de género y la solidaridad.
- Educación como aprendizaje permanente.
- Fomento de esfuerzo y motivación del alumnado.
- Reconocimiento del papel educacional de padres, madres y tutores legales.
- Formar a los alumnos y alumnas para poder alcanzar la titulación de ESO y Bachillerato, así como estudios posteriores e inserción laboral
- Mejora de resultados y evitar el abandono escolar.
- Cooperación con las familias para conseguir educación integral.
- Clima de trabajo óptimo, primando la tolerancia, el respeto y la igualdad.
- Fomento de la cultura.
Teniendo en cuenta estos objetivos del centro y, después de haber leído el RRI, creo que sus normas son fomentadoras ya que, tienen concordancia con los propósitos del centro. Por ejemplo, una de esas normas que más me han llamado la atención es que proponen “las actuaciones correctoras tendrán carácter educativo, garantizarán el respeto de los derechos del resto de los alumnos” así como que “facilitarán la implicación de los padres o tutores legales del alumno”, puntos que me parecen imprescindible para abordar todos estos temas tan delicados.
Sobre mi propia experiencia no puedo decir mucho ya que hace unos años que dejé el instituto y los tiempos han cambiado bastante… Solo puedo decir que, por lo menos de los recuerdos que conservo, no hay ninguno que haga pensar que el sistema, objetivos y normas que promulgaba el centro fueran amenazadoras o perjudiciales, al igual que estudiantes que ahora pertenecen a él, tampoco lo ven así.
Solo sé que estoy inmensamente agradecida a mis padres de que eligieran este instituto para formarme durante mis años de secundaria y bachillerato y que, ojalá, siga manteniéndose y educando de esta manera a alumnos, alumnas, padres, madres, profesores y profesoras durante muchos, muchos años más.
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